Te presentamos los estudios e informes de Packaging Cluster, una fuente de información clave para el sector packaging. Nuestros informes analizan las últimas tendencias del mercado, innovaciones tecnológicas y cambios en la normativa, proporcionando datos esenciales para la toma de decisiones estratégicas. Además, los estudios ofrecen una visión detallada de los desafíos y oportunidades del sector, con especial atención a la sostenibilidad, digitalización y eficiencia en los procesos productivos. Nuestros informes son una herramienta indispensable para mantenerse al día y avanzar en un entorno cada vez más competitivo.
Este estudio comparte la situación actual del sector del packaging catalán y de las empresas que lo configuran teniendo en cuenta variables como facturación, endeudamiento, número de empleados o rentabilidad económica. Además, el estudio empresarial se complementa con datos de comercio internacional y producción de los principales mercados de demanda de packaging.
El barómetro del sector en Cataluña permite caracterizar una muestra representativa de 280 entre proveedores de materiales y maquinaria de packaging; como empresas cliente de sectores envasadores de referencia de la economía del país: alimentación, bebidas, cosmético, droguería, químico, farmacéutico, automoción, entre otros.
Actualización estratégica del sector del Packaging en Cataluña: mapeo, tendencias y retos estratégicos. Realizado por Cluster Development
El sector del envase y embalaje catalán recupera y supera (+4,55%) los niveles de facturación anteriores al Covid (2019). El sector factura 9.749M€ en 2021, un +6,93% comparado con el 2020. Las empresas de envase y embalaje catalanas aumentan la contratación de personas. En concreto, 2.288 trabajadores más que en 2020, y 1.163 más que los datos prepandemia – un total de 41.967 en toda Cataluña -. El plástico y el cartón lideran este sector tanto en facturación, así como en número de empresas.
Total de empresas que trabajan para la industria del packaging, y sus distintos subsectores.
En 2022, el sector del envase y el embalaje en facturó en España 29.750 millones de euros, con un total de 3.180 empresas que dan trabajo a 113.139 profesionales. En el territorio, la industria supone un 2,65% del PIB Nacional.
El sector del packaging está más fuerte que nunca y, a pesar de la pandemia y el contexto cambiante, ha recuperado y superado sus datos de facturación y de generación de empleo con respecto a la época pre-covid. Solo en Cataluña supone el 4% del PIB autonómico.
Es por ello que, para poner en poner en perspectiva la influencia del sector y su impacto en los diferentes aspectos de la economía y la sociedad, el Packaging Cluster, entidad que representa y trabaja codo con codo con la cadena de valor del sector del envase y el embalaje, ha detectado una serie de tendencias en 2023 englobadas en 3 grandes esferas: la digitalización, la sostenibilidad y el diseño.
La compraventa online de productos y servicios cobra una especial importancia y se posiciona como el método de transacción por excelencia para los consumidores – en 2022, aumentó un 17% de facturación en el mercado español -. Unas transacciones que necesitan de un correcto embalaje para proteger nuestra compra durante todo el trayecto, además de ofrecernos una experiencia de uso clave como marca.
La logística del e-commerce es a su vez una oportunidad de negocio, pues implica a muchas partes de la cadena de valor, y una oportunidad optimización, a través de estrategias como el rightsizing. Esto se traduce como el proceso de adaptar un embalaje a su producto en tanto que, a tamaño y diseño, reduciendo así los costes de transporte y almacenamiento, y promoviendo una práctica más sostenible.
La digitalización del sector también pasa por la incorporación de tecnología en el mismo envase, no solo en el proceso de compra. Así, el Smart Packaging surge como una línea de trabajo que explota las posibilidades de generar atractivo e interacción entre el usuario final y el producto o fabricante.
El Smart Packaging es una tecnología que combina el packaging inteligente y el packaging activo. El packaging inteligente es capaz de controlar los cambios que sufre el mismo producto, tanto en su estado como en sus condiciones externas de conservación. Se sirve de sensores y dispositivos que controlan en tiempo real la situación, el estado del producto y las condiciones de su entorno.
El active packaging, por otro lado, funciona a través de la emisión de alguna sustancia, o absorbiendo algún agente dañino presente en el entorno (agua, oxígeno, etc.) al detectar cambios de iluminación, presión, temperatura, humedad, etc. El objetivo es mantener el producto en el mejor estado posible durante el máximo tiempo.
Esta tecnología ha abierto un abanico de posibilidades aplicables en muchos sectores, como el de la banca o la agricultura, y es que la información y seguridad que ofrece se ha vuelto irresistible incluso para el sector del packaging.
Gracias al Blockchain se puede identificar y registrar de una manera mucho más eficiente todas las etapas de la cadena de suministro sin que se puedan sabotear ni modificar ninguna de ellas.
El mundo virtual, o como es más comúnmente conocido el Metaverso, rompe las barreras de lo físico mediante la Realidad Aumentada (AR), la Realidad Mixta (MR) y a la Realidad Virtual (VR). Nos da la posibilidad de crear un universo único de marca con el que diferenciarnos y conectar con el público más “techie”.
La reciente aprobación del Real Decreto de Envases y Residuos de Envases y la también Ley de Residuos y Suelos Contaminados ha precipitado la necesidad de que las empresas y fabricantes se adapten a los requerimientos europeos y nacionales de responsabilidad ambiental.
Este nuevo marco jurídico fija objetivos de prevención, reutilización y reciclado, así como las obligaciones de diseño y marcado de envases, entre otros.
A nivel de reducción, se reclama un 13% menos del peso de los residuos de envases producidos en 2025 y el 15 % en 2030, respecto a los generados en 2010. Reducción del 20 % en 2030 en el número de botellas para bebidas de plástico de un solo uso que se comercializan. Además, se incorporan medidas concretas para la reducción del uso de envases superfluos y aquellos de un solo uso.
Los objetivos de reciclaje demandan para el 2030 una serie de logros, como puede ser el reciclado de un mínimo del 65% del peso de los residuos de envases. En este punto, destacar que desde el 1 de enero del 2023 ha entrado en vigor la Ley de Residuos y Suelos Contaminados, con un polémico impuesto indirecto de 0,45€ por kilo de plástico no reciclado -virgen- que se pone en el mercado. Para 2030, los envases de plástico deberán contener un 30% de material reciclado, lo que fomentará una oportunidad más de negocio.
Con las limitaciones impuestas en el nuevo marco legislativo, los productores de materias primas apuestan por la búsqueda de nuevos materiales que permitan responder a los objetivos a largo plazo de sostenibilidad.
Los nuevos materiales convivirán con aquellos más "tradicionales", como la madera, el vidrio o el cartón, y aportarán un mayor grado de innovación a los packaging de las nuevas generaciones.
Teniendo en cuenta las 3Rs, el ecodiseño es una práctica que cada vez será más necesaria en el desarrollo de nuevos envases y embalajes.
Un buen ejemplo de ecodiseño es la creciente tendencia de pegar el tapón a las botellas de plástico. Esto es debido a la directiva europea que da un plazo hasta 2024 para que los envases PET tengan unidos los tapones. Otra práctica referente al ecodiseño es el uso de envases monomaterial, para así, facilitar su reciclaje.
Cada vez más, las empresas deciden activamente incorporar el diseño inclusivo en sus envases para facilitar así el acceso a los productos a toda la comunidad de usuarios, de forma segura y satisfactoria.
Algunas de las consideraciones que hemos de tener en cuenta son: la incorporación de un sistema abrefácil, la fácil lectura y asociación, o la incorporación de elementos identificativos sensoriales.
Envasar el producto con proporciones adaptadas al consumo doméstico, un diseño resistente para prevenir daños durante la cadena de distribución o envases herméticos para preservar el alimento fresco durante más tiempo; son algunas de las técnicas y tendencias que se impondrán en el ámbito de la alimentación y las bebidas como parte del compromiso por acabar con el Food waste.